Diplomarse tiene sus ventajas

Los diplomados en Colombia corresponden a la educación no formal, y al contrario de los estudios formales, como pregrados y posgrados, estos no otorgan un título académico al estudiante, sino que acreditan su participación en el programa que, por lo general, pertenece al Departamento de Educación Continua de cada universidad. 

Estos estudios, de menor intensidad horaria, pretenden brindarles a los estudiantes conocimientos específicos que sean de su interés o que les resuelvan dudas acerca de esas inquietudes o necesidades existentes en su área laboral. Algunas universidades programan sus diplomados con base en las novedades o giros que experimentan diversas áreas del conocimiento, debido al permanente cambio que requiere de actualización constante, como en el caso de la jurisprudencia, las ciencias administrativas, áreas contables o tecnológicas, entre otras. 

En esta línea, La Universidad Central cuenta con una unidad estratégica para afrontar los retos y desafíos del mundo actual, mediante la oferta de diplomados que responden a modelos de tranformación educativa no formal. Esto, con el objetivo de capacitar, entrenar y fortalecer el conocimiento de los participantes en las áreas de Contabilidad y Finanzas, Comunicación y Marketing, Gobierno, y Habilidades Gerenciales y Administrativas.

Y aunque los diplomados están dirigidos a egresados de las universidades, la norma no exige ser profesional para cursarlos, incluso, en ciertas ocasiones, estos programas le calzan de manera perfecta a personas empíricas que buscan algún tipo de conocimiento práctico en un oficio determinado.

Cabe resaltar que los diplomados de alta calidad son de gran utilidad para desarrollar habilidades en el ámbito profesional. Permiten estar al tanto de los cambios y avances en un área específica, además de complementar los conocimientos adquiridos durante la carrera. Y si bien es cierto que después de cursar un programa de educación no formal como este, el profesional no obtiene un grado o una titulación formal, diplomarse también tiene sus ventajas. Veamos cuáles:

Capacitación encauzada: los diplomados brindan una capacitación enfocada a brindar herramientas específicas para ser aplicadas en la realidad laboral.

Actualización: una de las mayores ventajas que tienen los diplomados es que responden ante las necesidades del mercado profesional y laboral, de modo que están a la vanguardia del conocimiento en diversas áreas. Actualizan de forma permanente, en corto tiempo, con altos estándares de calidad y a precios asequibles. 

Docentes: muchos de los docentes que dictan asignaturas en los diplomados son profesionales con un alto nivel académico y gran bagaje en el alma mater y en su área laboral. Así, diplomarse significa recibir la experiencia del cuerpo docente que también imparte sus conocimientos en programas de pregrado y posgrado. 

Mayor flexibilidad: los horarios permiten a los profesionales continuar con su trabajo y labores cotidianas, sin verse afectadas o interrumpidas. Los diplomados exigen disponibilidad de diez a doce horas a la semana, en promedio. De igual modo, no existen calificaciones, trabajos calificables o tesis de grado para obtener la certificación. Basta con el compromiso para asistir a todas las clases y seguir las recomendaciones de los docentes.

Aval: aunque diplomarse no significa tener una titulación acreditada ante las entidades estatales de educación, la verdad es que los programas de educación no formal impartidos por universidades de alta calidad, como los diplomados, son valorados en el ámbito laboral, sobre todo si tratan de un tema que permanece vigente con el tiempo.