
12 Jul ¿Inicias la universidad? Crea un plan de estudios inteligente
Para comenzar debemos aclarar de qué se trata un plan de estudios. Es una técnica con la cual se organiza un horario o agenda que describe los tiempos de estudio y los objetivos de aprendizaje. Al igual que con los horarios laborales o escolares, los estudiantes universitarios deben desarrollar un horario que reserve tiempo, cada semana, para estudiar. Este cronograma debe incluir fechas de cuestionarios, pruebas y exámenes, así como fechas límite para trabajos y proyectos.

¿Por qué necesito un plan de estudios?
Un plan de estudios es una forma eficaz de ayudarte a navegar a través de tu educación universitaria y hacerte responsable de tus propios resultados de aprendizaje. La gestión del tiempo puede ser un desafío. Además de tus clases, es probable que tengas otros compromisos, como actividades extracurriculares, trabajo y compromisos sociales.
La creación de un plan de estudio te permite ver cómo pasas tu tiempo y te aseguras de que estás reservando suficiente tiempo fuera de clase para completar las tareas, estudiar para los exámenes, revisar y retener la información que estás aprendiendo.
Los planes de estudio son particularmente importantes para los estudiantes en línea, ya que necesitas tener autodisciplina y determinación para completar tus tareas, sin los recordatorios constantes de un instructor.
Es importante comprender que no existe el plan de estudios perfecto. Este se personalizará en función de tus necesidades, clases y estilo de aprendizaje específicos.
Sigue las pautas a continuación para comenzar a crear tu plan de estudio:
Analiza tus hábitos de estudio actuales y tu estilo de aprendizaje: piensa en lo que funciona y lo que no te funciona. ¿Puedes estudiar durante largos períodos, una o dos veces por semana, o es más eficaz si estudias por la noche durante treinta minutos?, ¿eres más productivo en un momento determinado del día?, ¿conservas mejor el material si estudias un tema inmediatamente después de la clase, o necesitas un descanso primero?
Evalúa tu horario actual y la administración del tiempo: usa un calendario digital o en papel para bloquear todos tus compromisos permanentes, incluidas las clases, el trabajo y las actividades extracurriculares. Esto te permitirá ver cuánto de tu tiempo ya está comprometido y qué tiempo tienes disponible para estudiar.
Si tu horario deja poco espacio para estudiar, es posible que debas evaluar qué puedes reducir o cómo puedes reorganizar tu horario para tener más tiempo libre para estudiar.
Planifica cuánto tiempo necesitas para estudiar en cada clase: durante muchos años, la regla aceptada ha sido que debes estudiar dos horas por cada hora de clase, pero con el avance de la tecnología, la investigación y el estudio se reduce a menos tiempo.
Al comienzo del semestre, tus instructores te darán un plan de estudios para las clases que estás tomando. El plan de estudios, generalmente, incluirá las fechas de los principales exámenes o proyectos. Puedes utilizarlos como guías para calcular cuánto tiempo reservar para cada materia, ya que algunos cursos pueden ser más intensivos que otros. También te ayudará a programar tus sesiones de estudio para asegurarte de que tienes tiempo suficiente para completar todas tus tareas y prepararte para los exámenes.
Desarrolla un horario: ahora que sabes qué tiempo necesitas para estudiar y cuánto tiempo tienes disponible, puedes programar tus sesiones de estudio. Agrega dichas sesiones de estudio a tu calendario, como cualquier otro compromiso. Esto ayudará a recordarte que este es un tiempo reservado solo para estudiar.
Si tu agenda está muy ocupada, es posible que debas ser algo flexible y creativo para encontrar tiempo para estudiar. Por ejemplo, si para ir a la universidad utilizas transporte público, puedes usar ese tiempo para leer. O quizás si tu trabajo te lo permite, estudia cuando no estés ocupado.
Evalúa tu calendario semanal: identificar tus objetivos de aprendizaje para cada clase te ayudará a determinar cuánto tiempo necesitas dedicar al estudio. Al comienzo del semestre, piensa en lo que quieres lograr en cada clase. Tal vez quieras dominar una habilidad específica o mejorar tu calificación. Estos son objetivos generales que te ayudarán a motivarte durante el período.
Luego, al comienzo de cada semana, determina por qué necesitas estudiar y qué planeas lograr en cada sesión de estudio. ¿Te estás preparando para un gran examen?, ¿hay un documento pendiente?, ¿puedes leer un capítulo en preparación para las próximas clases? Ajusta tu plan de estudio, según sea necesario para alcanzar tus objetivos semanales y aprovechar al máximo cada sesión de estudio.
Si bien es tentador saltarse la sesión de estudio, cuando no se avecina un examen, reducirás el tiempo de preparación para el examen en el futuro, si lees con anticipación y te preparas para las conferencias.
Cíñete a tu horario: un plan de estudios funciona mejor cuando se sigue de manera constante. Debes desarrollar un plan de estudio que puedas seguir durante cada semestre. Recuerda: no dejar de seguirlo, te ayudará a estar al día con tu trabajo (si estás laborando) y tu estudio.