Ocho herramientas para hablar bien y manejar diferentes públicos

Ocho herramientas para hablar bien y manejar diferentes públicos

Independientemente de la industria, una de las habilidades profesionales indispensables es comunicarse en público. Hablar cómoda y efectivamente a una multitud no solo facilita la presentación de tu tesis de posgrado, sino que también puede ayudarte a presentar ideas a colegas y compañeros de equipo.

En este contexto, es probable que, aunque no te dediques a la docencia o tu trabajo no consista en estar al mando de grandes grupos, sueñes con tener una mayor habilidad de expresión oral, teniendo en cuenta que no solo es necesaria para algunas actividades concretas, sino que de una u otra manera todos los profesionales requieren de una comunicación eficaz, independientemente del área del conocimiento en la que se desempeñen. 

Así las cosas, no está de más contar con herramientas para que puedas desenvolverte mejor en tu campo profesional. ¡Echa un vistazo!

  1. Prepárate: si debes realizar una exposición, una charla o una presentación de algún proyecto, es imperioso tener claridad y dominio acerca de lo que vas a hablar. Eso no solo denota conocimiento, sino que te aporta seguridad a la hora de enfrentar a tu público.
  2. Respira: algunos expertos en el manejo de expresión oral señalan que la mayoría de las personas sufren estrés o ansiedad a la hora de dirigirse a un grupo. Esta angustia se siente en diferentes niveles, es decir, hay individuos más nerviosos que otros. Sin embargo, casi todos sienten miedo en esa situación. Para contrarrestar la zozobra que puede producirte hablar en público, es necesario respirar conscientemente, lo que significa fijar la atención en el proceso de inspirar y expirar. Este truco no solo reduce los saltos del sistema nervioso que producen ansiedad, sino que además te ayuda a educar y controlar tu voz.
  3. Anímate: para ser un buen expositor, ponente, docente o conferencista es necesario enganchar a tu público. El grupo que te escucha lo menos que espera es un orador que le produzca bostezo, desinterés o apatía. Ten en cuenta que puedes ser un gran conocedor del tema y haber preparado tu charla de manera detallada, pero si no tienes esa chispa para atrapar a los asistentes, todo será un fracaso. 
  4. Controla tu voz: no es necesario hablar muy fuerte para que te pongan atención y tampoco muy bajo, porque puede distraer a tu público. En este sentido, es importante tener en cuenta tres aspectos: volumen, ritmo y tono. La combinación de cada componente te permite dar una inflexión a la voz, de modo que motives al grupo a seguirte. 
  5. Ten una buena actitud: como buen orador debes dar una impresión confiable, de manera que los oyentes se sientan tranquilos y motivados a realizarte preguntas; así se origina un feedback positivo que completa la comunicación.  
  6. Sé original y creativo: la óptima expresión oral, como la mayoría de las habilidades, se logra con práctica. No obstante, puedes empezar desde la primera experiencia. Sé natural en tus expresiones y si tienes buen sentido del humor, este se puede convertir en una buena herramienta para conectar con tu grupo y crear un escenario cálido y ameno. 
  7. Cuida la precisión del mensaje: en este contexto debes ser más teórico que práctico. Establece el orden de la presentación con anterioridad, de modo que la exposición tenga ilación, coherencia y, sobre todo, que el mensaje sea totalmente claro. 
  8. Mantén el contacto visual: los psicólogos aseguran que una buena manera de reducir el estrés que genera la exposición ante un público es fijar la mirada en los ojos de los asistentes de modo individual, durante cuatro o cinco segundos. Si la audiencia es muy grande, puedes enfocarte en quienes te generan más confianza, porque te están prestando atención con una actitud de curiosidad o interés.